miedo a volar
Planificación de Viaje

9 consejos básicos para superar el miedo a volar

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Ansiedad, sudores fríos, taquicardias… ¿Has tenido estos síntomas al subirte a un avión? Puede que sufras – sin saberlo – de miedo a volar, un tipo de fobia que puede afectar entre el 20% y el 40% de las personas.

En caso que no lo sufras, seguro conoces a alguien que sí y que además de esos síntomas, se paraliza del terror y se niega a tomar un vuelo.

En cualquiera de los dos casos, es recomendable que conozcas los consejos básicos para superar este miedo, pues viajar en avión es una experiencia maravillosa y, aparte, algo básico en el globalizado mundo de hoy. 

La buena noticia es que es un problema que se puede superar en un 100%. Así que sigue estos 9 tips para reducir estos ataques de ansiedad y disfrutar mejor de la experiencia de explorar el mundo y llegar a donde quieras por aire.

Primero… ¿Cómo se llama la fobia a volar?

El miedo a volar se denomina aerofobia. Causa un temor irracional a todo lo que se relaciona con despegar los pies del suelo siendo una de las 500 fobias descritas por la ciencia.

Este temor a volar en avión, helicóptero, globo o cualquier otro transporte aéreo, ocupa el puesto número 3 de las 10 fobias más comunes en el mundo.

La aerofobia provoca problemas de ansiedad y nerviosismo que pueden llevar a comportamientos irracionales.

¿Qué causa la aerofobia?

Para la persona aerofóbica, su principal miedo es que ocurra un accidente o tragedia. Hay expertos que dicen que suele presentarse a partir de los 13 años o antes, por alguna noticia, película, comentario. Puede que no exista un origen específico, como ocurre con la mayoría de las fobias. 

El temor del aerofóbico puede empeorar si además sufre de terror a las alturas (acrofobia) y temor al encierro (claustrofobia). El propio miedo a volar y sentirse encerrado, sin escapatoria, puede convertir a un viajero aerofóbico en todo un manojo de nervios.

Síntomas del miedo a volar

Para quien padece de temor a volar y a los aviones, puede ser muy frustrante y traumático salir de vacaciones, viajar por negocios o por cualquier otra razón. Y no solo es un problema para la persona que lo sufre, sino para quienes le rodean.

Los síntomas de la aerofobia o del temor a los aviones son:

  • Sudoración, taquicardias, palpitaciones;
  • Ansiedad extrema o incluso, ataques de pánico;
  • Subida de la tensión arterial;
  • Ansiedad anticipatoria (desde días antes de tomar un vuelo);
  • La mente se llena de imágenes o ideas trágicas;
  • Malestar en el estómago, náuseas o vómitos.

Trucos infalibles para dominar el miedo a volar

Si ya sabes que tienes aerofobia y descubriste que todas las veces que te sentiste mal en un avión no fue por algo que bebiste o comiste, entonces, ¡es hora de ayudarte a superar este temor!

Ten en cuenta estas 9 estrategias para controlar tus nervios:

Distrae la mente

Es importante que cambies el foco de tu atención. Busca cosas (películas, música, pasatiempos, etc.) que te mantengan con la mente distraída y ocupada antes de volar y durante el trayecto.

Si sientes estrés y ansiedad, tu cerebro querrá decirte que debes huir de lo que considera peligroso. Así que busca cosas muy agradables que hacer y que alejen esas preocupaciones.

Vuela más seguido

Enfrentar tus miedos te hará sentirte con más confianza. Así que aprovecha las ofertas de vuelos a esos destinos que siempre has deseado conocer.

No te frenes de conocer el mundo y de ampliar tus experiencias de vida. ¡Quienes viajan se sienten más felices, autorrealizados y seguros!

Haz un top de recuerdos positivos

Así como haces listas de cosas por hacer, puedes crear un top con momentos y recuerdos positivos. Puedes valerte de tu móvil, fotos, de algún objeto o simplemente haz memoria y pon en una lista todo aquello que traiga a tu mente momentos agradables.

Si te falla la memoria por los nervios, saca lo que anotaste y piensa en esas cosas mientras vuelas.

Prepárate y no llegues tarde

Llegar con bastante antelación y sin carreras al aeropuerto te ayudará a crear un ambiente más relajado. Evitar cualquier tipo de estrés reducirá el riesgo de que te sientas ansioso (a) o con más preocupaciones.

Prepara desde días antes tus maletas y todo lo que necesitas para el viaje. ¡No lo dejes para última hora!

Viste ropa cómoda y come ligero

No decidas estrenar unos zapatos o ropa que, aunque te hagan ver muy bien, pueden terminar lastimando tus pies o te hagan el viaje realmente incómodo. 

Las comidas pesadas o con prisa son totalmente inadecuadas. Desde el día anterior, come ligero y evita las bebidas con gas. Los refrescos carbonatados y hasta el agua gasificada pueden hacerte sentir con más pesadez e inflamación.

Conoce lo que te espera

Antes de tomar el vuelo, investiga todo lo que puedas sobre experiencias en viajes anteriores hacia ese destino. Pide que te cuenten si hay turbulencias y qué es lo que hay que hacer en esos casos.

Saber lo que te espera te dará más tranquilidad. No hay nada que dé más miedo que lo desconocido.

Comprende que el avión es un transporte seguro

Muchas veces nos dejamos llevar por historias fatalistas y alarmistas, sin antes ver las estadísticas. Está demostrado que ir en avión es uno de los transportes más seguros.

Es mucho más seguro que ir en automóvil, donde una mala maniobra o una falla pueden desencadenar un accidente. Los aviones vienen equipados con tecnologías avanzadas que se revisan y se someten a controles continuos y estrictos.

Planifica bien tu viaje

Para hacer tu viaje más seguro y confortable, organiza el itinerario que más te dé confianza. Consulta alternativas para llegar a tu destino en trayectos más cortos, con vuelos directos, en escalas y horarios más específicos.

Si te obsesionan detalles como el tipo de avión, rutas con menos turbulencias, viajar de noche o de día o en qué asiento te sentirás mejor, ten en cuenta esta información para una planificación que te brinde mayor seguridad y tranquilidad.

Escoge tu asiento siempre que puedas

Los asientos ubicados más cerca de la cola del avión suelen ser más incómodos para las personas con aerofobia. Los temblores pueden sentirse con mayor intensidad en esas zonas.

Siempre que puedas, pide los asientos ubicados cerca de las alas, los cuales tienen mayor estabilidad. También, escoge vuelos directos y en aviones de mayor tamaño. Si tomas algún relajante o una copa de alcohol, un vuelo en horas nocturnas te puede ayudar a conciliar el sueño y así el tiempo se irá más rápido.

¿Y si nada funciona?

Si ha has probado de todo y aún los nervios por volar te paralizan, la ayuda de un terapeuta es tu mejor opción. Existen muchas técnicas psicológicas, como la terapia cognitiva y conductual, las técnicas de relajación, hipnosis y medicación, que te pueden ayudar.

¿Qué consejos te parecieron más prácticos para superar el miedo a volar?

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